La sidra y el perry: maridajes clásicos y elegantes
Para quienes prefieren bebidas más ligeras, la sidra es una elección imprescindible. Con su acidez y dulzura natural, se combina perfectamente con la frangipane. Si buscas algo más original, opta por el perry, una bebida elaborada a base de peras fermentadas. Su perfil ligeramente dulce y fresco complementa tanto la masa de hojaldre como las frutas confitadas, ofreciendo una alternativa refinada y sutil a la sidra.
Champán: burbujas para un momento festivo
Los amantes de las burbujas no se quedarán atrás. Un champán demi-sec, cuyo dulzor es ligeramente superior al de los bruts tradicionales, sabrá acompañar la riqueza de la frangipane sin sobrepasarla. El champán añade un toque festivo adicional a este momento de convivencia. Como alternativa más accesible, también puedes optar por un crémant bien dosificado, que ofrece burbujas finas respetando el equilibrio de sabores.
Vinos blancos: dulzura y vivacidad
Si prefieres el vino blanco, elige vinos dulces pero no demasiado azucarados, con suficiente vivacidad para equilibrar los sabores ricos y dulces de la galette. Un Vouvray o un Coteaux du Layon, elaborados a partir de Chenin Blanc, son opciones de predilección. Estos vinos del Loira, conocidos por su frescura y vivacidad, aportan un toque ácido que se combina a la perfección con la galette sin sobrecargar el paladar.
En Alsacia, los vinos de vendimia tardía elaborados con uvas como el Gewürztraminer ofrecen notas exóticas y especiadas que se funden perfectamente con los sabores de almendra de la frangipane o las frutas confitadas de la corona.
Jurançon: frescura y equilibrio
Finalmente, un Jurançon dulce, con su equilibrio perfecto entre azúcar y acidez, es otra opción ideal. Este vino del suroeste de Francia es conocido por su frescura y sus notas afrutadas, perfectas para acompañar tanto una galette de frangipane como una corona de brioche. Su vivacidad permite refrescar el paladar mientras deja que se expresen los sabores dulces del postre.
Conclusión
La Galette de los Reyes es mucho más que un simple pastel compartido en enero. Es una herencia histórica rica en símbolos, marcada por tradiciones y evoluciones a lo largo de los siglos. Ya seas amante de la versión hojaldrada del norte o del brioche afrutado del sur, sigue siendo un momento festivo e imprescindible, que se disfruta con amigos o en familia. Para acompañarla, hay opciones variadas y delicadas, que van desde la sidra o el perry hasta el champán y los vinos blancos dulces. Solo queda elegir y disfrutar de este delicioso momento con la bebida perfecta para realzar los sabores de este icónico postre.