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¿Con queso, blanco o rojo?

Categorías : Maridaje de Comida y Vino
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Vino tinto y queso: una vieja tradición

Beber vino tinto con queso es una antigua tradición que aún persiste en muchas mesas, sobre todo en Francia, donde la tradición es acompañar el queso con el vino tinto abierto para el plato principal o con una buena botella de Burdeos o Borgoña. Este maridaje clásico se considera a menudo inseparable, hasta el punto de que muchos comensales no pueden imaginar disfrutar de una tabla de quesos de otra manera. Sin embargo, esta costumbre merece ser reevaluada. De hecho, el fuerte sabor de ciertos quesos puede a veces opacar los aromas sutiles y complejos de los grandes vinos tintos, ocultando toda la finura y riqueza que tienen que ofrecer. Por lo tanto, sería prudente explorar otros tipos de vino para potenciar estas asociaciones gustativas.

Atrévase con el vino blanco: una experiencia gustativa revolucionaria

Atrévase a probar el vino blanco y se sorprenderá Esta sugerencia, lejos de ser una herejía, podría revolucionar su experiencia gastronómica. Contrariamente a lo que se cree, el vino blanco ofrece una gama de maridajes que a menudo resultan más armoniosos y complementarios con el queso que el vino tinto.

Maridajes de vino blanco y queso: combinaciones inesperadas


Quesos blandos Para quesos blandos como el Camembert o el Brie, un vino blanco seco es la elección perfecta. Por ejemplo, maridar un queso de cabra con un Sancerre resalta la frescura del queso y la vivacidad del vino, creando un delicado y agradable equilibrio en el paladar.


Quesos de pasta azul Los quesos de pasta azul, como el Roquefort o los quesos azules, suelen considerarse difíciles de maridar por su carácter potente y salado. Sin embargo, un vino blanco dulce o suave, como el Sauternes, aporta un dulzor que compensa perfectamente la intensidad del queso. Un queso Fourme d'Ambert acompañado de una copa de Sauternes le ofrecerá una refinada experiencia gustativa en la que los sabores se complementan sin chocar.


Quesos duros o prensados cocidos Para los quesos duros o prensados cocidos como el Beaufort, el Comté o el Emmental, el maridaje ideal es un vino blanco potente, con cuerpo y aromático. Un vin jaune o un vino del Jura, por ejemplo, tienen la estructura necesaria para rivalizar con la complejidad de estos quesos, al tiempo que revelan sus sutiles matices. Degustar un queso Comté curado con un vin jaune es una experiencia inolvidable, donde cada bocado y cada sorbo se responden en perfecta armonía.

Vinos tintos: siempre indispensables para ciertos quesos

Estos sorprendentes maridajes le conquistarán, y a menudo descubrirá que un vino blanco es más armonioso que un vino tinto. Sin embargo, los amantes del vino tinto pueden estar seguros de que ciertos quesos siempre van maravillosamente bien con los vinos tintos. Los quesos suaves de corteza lavada, como el Epoisses, el Livarot y el Maroilles, combinan a la perfección con vinos tintos fuertes y con cuerpo. Por ejemplo, un Epoisses maridado con un Châteauneuf-du-Pape ofrece una generosa alianza en la que el carácter del vino magnifica la riqueza del queso sin dominarla.

Conclusión: explorar nuevos horizontes gustativos

En conclusión, aunque el vino tinto y el queso son un maridaje atemporal, sería una pena no explorar las múltiples posibilidades que ofrece el vino blanco. Aventurándose en estos nuevos maridajes, enriquecerá su experiencia culinaria y descubrirá armonías insospechadas. Tanto si es un purista del vino tinto como un curioso amante del vino, siempre hay un vino listo para realzar su tabla de quesos.

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