¿Qué vino servir con un plato vegano?
Maridar un vino con un plato vegano puede parecer más complejo que con una comida tradicional, pero es una excelente oportunidad para pensar con originalidad y descubrir combinaciones tan sorprendentes como armoniosas. Sin carne, pescado, huevos ni productos lácteos, la cocina vegana se centra en las verduras, los cereales, las legumbres y las especias, todo lo cual merece un vino cuidadosamente elegido.
He aquí nuestros consejos para crear maridajes veganos de éxito.
Un vino para cada estilo de plato vegano
La diversidad de platos veganos obliga a adaptarse a sus texturas, métodos de cocción e ingredientes clave. Contrariamente a la creencia popular, todos los tipos de vino pueden ir bien con la cocina 100% vegana, siempre que encuentres el equilibrio adecuado.
Platos frescos y crujientes (ensaladas, verduras crudas, wraps, ceviches vegetales)
Estos platos ligeros requieren vinos blancos secos, jóvenes y vivos.
- Sauvignon Blanc, Vermentino o Pinot Grigio: perfectos para subrayar las notas vegetales y alimonadas.
- Crémant o Champagne brut nature: para un toque festivo y refrescante.
Platos ricos cocinados a fuego lento (chili sin carne, curry de lentejas, tagine de verduras)
Estas recetas requieren un vino con más estructura, capaz de soportar la generosidad de las especias o las legumbres.
- Syrah, Garnacha o Cariñena: tintos redondos y especiados, perfectos para platos con sabores orientales o picantes.
- Vino de naranja (uvas blancas maceradas): su estructura tánica ligera se adapta bien a los platos complejos y especiados.
Platos a base de cereales o almidón (risotto, pasta, pasteles de quinoa, polenta)
Para acompañar estas texturas suaves y fundentes, elija un vino redondo y poco ácido.
- Chardonnay sin madera, Viognier o Côtes-du-Rhône blanco.
- Para los tintos, un Pinot Noir ligero o un Gamay pueden funcionar bien dependiendo de la guarnición.
Más delicadeza que potencia
Sin la densidad de las proteínas animales, los platos veganos revelan toda su sutileza. No es necesario sacar a relucir los tintos grandes y con cuerpo. En su lugar, opta por vinos :
- Con poco o moderado tanino
- Ricos en aromas de fruta, flores o especias suaves
- Con una acidez equilibrada (ni demasiado fuerte ni demasiado suave)
El papel de las salsas y los condimentos
Como en cualquier maridaje, la salsa puede cambiarlo todo. Una ensalada de cítricos no requerirá el mismo vino que una ensalada con pesto de nueces. Tenga en cuenta el ingrediente dominante (picante, dulce, ahumado, ácido) para orientar su elección.
He aquí algunos ejemplos:
- Salsa de tomate, pimentón, comino → un tinto afrutado o un rosado seco
- Anacardos, levadura malteada, curry suave → un blanco con cuerpo como Marsanne o Roussanne
- Salsa de soja, jengibre, cilantro → un vino blanco aromático como un Gewurztraminer seco
¿Y para postres veganos?
- Las tartas de frutas, los pasteles de chocolate negro, las cremas de verduras a base de coco o almendras van bien con vinos dulces naturales (Maury, Muscat de Rivesaltes) o vinos espumosos semisecos.
Conclusión
La cocina vegana ofrece una riqueza de aromas que da lugar a maridajes sutiles y a veces sorprendentes. La clave está en encontrar el justo equilibrio entre la frescura del plato y la estructura del vino. Con una bodega La Sommelière, podrá conservar blancos, tintos y espumosos a la temperatura ideal, listos para realzar sus mejores creaciones a base de plantas.